“Yo te haré mi esposa para siempre, y te
daré como dote el derecho y la justicia, el amor y la compasión. Te daré como
dote mi fidelidad, y entonces conocerás al SEÑOR” Oseas 2:19-20
Por medio de la historia de Oseas y Gomer Dios
nos revela su amor incondicional por Israel y como el vínculo marital debe ser
de la misma forma. Dios describe su dolor y la humillación que sufre debido a
la infidelidad de Israel. En obediencia a Dios, Oseas padece el mismo dolor y
humillación por la infidelidad de su esposa. Pero Dios muestra cómo puede
salvarse el matrimonio: mediante el sufrimiento y el perdón.
Esta es una de las más profundas revelaciones
acerca del matrimonio que podamos encontrar en lugar alguno de la Escritura. El
matrimonio exitoso no es asunto de gente perfecta, que vive perfectamente,
mediante principios perfectos. El matrimonio es más bien un estado en que gente
muy imperfecta se hiere y humilla a menudo, pero encuentran la gracia para
perdonarse el uno al otro, y permitir así que el poder redentor de Dios
transforme su matrimonio.
El
matrimonio es la más íntima de todas las relaciones humanas. Y es tan íntima
esta relación, que la Biblia lo expresa de esta manera: “dejará el hombre a su
padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Génesis
2:24). En esta expresión: “una sola carne”, se destaca que en el matrimonio se
crea una nueva unidad. Y para conseguir esto no solamente hay que dejar el
hogar paterno sino que hay que abandonar el enfoque individualista y egoísta de
la vida. El matrimonio fue diseñado por Dios para el compañerismo y la ayuda
mutua, para el disfrute el uno del otro. El matrimonio es un vínculo. Un
vínculo total y una renuncia definitiva a la independencia personal.
EL AMOR INCONDICIONAL
La Biblia se refiere a esta clase de amor con el uso de la palabra griega ágape. Es distinto de las otras clases de amor: fíleos (la amistad) y eros el (amor sexual).
Por supuesto, tanto la amistad como el sexo ocupan un lugar
importante en el matrimonio y forman una parte esencial del hogar que
construyen juntos como esposo y esposa. No obstante, si el matrimonio depende
por completo de tener intereses en común o de disfrutar de una vida sexual
saludable, los cimientos de la relación son inestables.
El fileos y el eros son más receptivos por naturaleza y pueden
fluctuar según los sentimientos. Por otro lado, el amor Ágape es desinteresado e incondicional. Así que a menos
que esta clase de amor constituya el cimiento del matrimonio, el desgaste del
tiempo lo destruirá. El amor sólo puede durar toda la vida si es incondicional.
La verdad es la siguiente: al amor no lo define la persona amada sino la que
decide amar.
Ahora bien el amor condicional se caracteriza por
querer algo de la otra persona. Quien no ha visto a un niño que intercambia un
beso por un dulce, desde ahí enseñamos a que todo tiene algo a cambio, ahora
decimos. Te amo si me compras, te amo si me das lo que quiero, te amo si me
haces lo que yo quiero, te amo porque
eres la madre de mis hijos, te amo porque te deseo, te amo si me amas.
Deformando así el verdadero significado del amor.
Como respuesta viene el porqué: te amo porque no me
queda otra, te soporto porque lo tengo que hacer, estoy contigo porque me
conviene, vivimos juntos porque no tengo a donde ir, estamos juntos porque
tenemos a los hijos, siempre estamos anteponiendo una condición o cuestión, a
lo que debería de ser todo lo contrario, aun las parejas cristianas viven en esta condición,
estás llegan a afirmar que su matrimonio o relación es plena, viviendo una
relación agrietada y débil que aparenta plenitud pero en la realidad se vive
una relación de apariencia.
Debemos de amar a pesar de; a pesar tu peso, te amo
a pesar de tu enfermedad, te amo a pesar de
tu carácter, te amo a pesar de tu temperamento, ya que el amor todo lo
puede, todo lo sufre y todo lo espera, vemos una vez más que el amor debe de ser
incondicional.
EL AMOR ES
UNA DECISIÓN.
El amor va más allá de un sentimiento temporal, no
es si lo sientes, es que debes amar, por
eso hoy vivimos tiempos tan difíciles al tergiversar la palabra amor, los
medios de comunicación se han encargado de deformarlo. Amor es dedicación, entrega
de uno mismo, colocando a la pareja antes que yo.
Si hemos descuidado nuestra relación y a nuestra
pareja lo más seguro es que tengamos que invertir en el o en ella, no debemos esperar
a que se arregle sola o si sentimos hacerlo para arreglar un problema, es
necesario decidirse a amar y arrancar aquellas cosas que ahogan o matan lo
bueno de la relación, aquello que
extingue al amor, hay que preparar el terreno, sembrar, ser paciente, regar y
cuidar lo que es nuestro, recordemos que hay un ladrón que quiere robar lo que nos
pertenece, tu esposa(o) e hijos; el ladrón quiere matar nuestra relación;
también quiere destruir lo que hemos construido por años de amor y esfuerzo,
cuidemos lo que Dios ha puesto en nuestras manos.
La sociedad nos ha presentado el amor como un
sentimiento, hoy deseo amar porque lo siento, mañana no deseo amar por qué no
lo siento, es por eso, que es una decisión, a pesar de los problemas, las
circunstancias, el desánimo, la tristeza, el enojo, por encima de todos estos
sentimientos, debemos amar.
Hoy en día hay tantas separaciones y divorcios, por
qué no hacemos a un lado el egoísmo y decidimos amar.
Recordemos que el amor incondicional es dar, sin espera
recibir algo a cambio.
Amor incondicional es amar contra viento y marea,
amar pase lo que pase, amar aceptándose como son. Amarse muy a pesar de los
errores o aciertos.
Que debemos de hacer para amar incondicionalmente:
1.
Haz lo que regularmente no haces.
No
esperas que tu pareja te abrase para tu abrasarla, tu abrázala.
2.
Mantén una actitud diferente.
Ama
sin esperar recibir nada a cambio
3. Remueve todo lo que condiciona tu
relación y agrega incondicionalidad que producirá excelentes resultados.
4. Ama aunque no lo sientas y cultivaras una relación
incomparable.
El amor incondicional en la pareja:
El amor incondicional en la pareja:
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1 Corintios 13:4-7 |
El amor incondicional es la
aceptación
de todo lo que el otro es,
de lo que ha sido,
de lo que será
y de lo que ya no es…
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